It’s been raining cats and dogs, usease, que ha estado jarreando tooooodo el día sin descanso. Curiosa primavera la que tienen por aquí, 30ºC el miércoles y 7ºC hoy!! Así que he decidido dedicar el post de hoy a los extremos en la cesta de la compra norteamericana. Vaya por delante que el lugar donde me encuentro es una mínima parte de este vasto continente pero… ¿acaso el hombre no es animal de costumbres? Pues eso.

Bienvenidos a  Costco, una gran (inmensa) superficie que deja a nuestro Makro a la altura del betún. Pero lo mejor no es eso, sino que aquí no sólo viene a comprar personal que trabaja en un negocio de hostelería, sino que la mayor parte de la clientela son como tú y como yo lector, es decir, ciudadanos de a pie que entran con las manos en los bolsillos y salen con unos carros que ni una familia numerosa.

¿A dónde vas sin baking soda?

Todo en Costco es tamaño jumbo. Hasta los snacks de ternera seca que se estilan por aquí vienen en paquetes de varias pounds. Por no hablar del azúcar o la harina, en sacos que yo sólo he visto en panaderías…

Qué carros, madre mía, ¡qué carros! Reconozco que la impresión que me ha causado este sitio se ha agravado por el hecho de que la festividad de Easter está a la vuelta de la esquina, con lo que todo buen americano que se precie celebrará en su casa una fiesta con toneladas de comida (más o menos como la que vamos a celebrar nosotros el domingo ), así que, bien mirado, es lógico que vengan aquí a comprar ¿no? Sin embargo, voy a romper una lanza en favor de los habitantes de este país, donde el tópico es el fast food y la obesidad. Lo cierto es que si uno visita los EEUU puede elegir alimentarse de la forma en que le venga en gana, porque es cierto que hay fast food y millones de dulces pero también lo es que existen establecimientos como  Whole Foods, el paraíso de los amantes de lo ecológico (organic aquí) y la antítesis del anterior establecimiento.

La denominación organic en este país tiene sus peros respecto a lo que los europeos conocemos. La UE tiene una normativa definida y homogénea al respecto en todos los países que la forman, mientras que en los States cada estado hace de su capa un sayo. En cualquier caso, hay que reconocer que un gran supermercado de productos ecológicos al alcance de todos los bolsillos quizá de momento sea impensable en España… Aunque ligar la producción ecológica a semejante cadena de consumo a lo bestia también me genera mis dudas…

Graneles, frutas, verduras, conservas, cereales, carnes, pescados, pan, quesos… todo escrupulosamente presentado y con la madera como denominador común en las estanterías, para que el consumidor lo sienta más natural, si cabe… El marketing es muy importante. Tanto que sirve para animar al cliente a comenzar una alimentación más saludable…

Peeeero tentarle al mismo tiempo con una deliciosa tarta para animar su triste e insulsa ensalada…

Nuestra visita en torno a la cesta de la compra ha terminado hoy en una tienda de licores (sí, ésos que tienes que llevar en una bolsa de papel porque la ley aquí prohibe que se exhiban en la calle), donde hemos comprado unas cervezas y donde no he podido evitar sacar un par de fotos  dos botellas cuyas etiquetas me han encantado

It’s all about marketing, my friends…