Fuerteventura
Por muchas veces que haya venido a las Islas Canarias en invierno, todavÃa me alucina pensar que un 10 de enero pueda estar tomando el sol en una playa. A Fuerteventura me han traÃdo mis pasos (bueno, el avión ) esta vez, una isla que no conocÃa y que es tan bonita como las que ya he visitado. Suelo decirlo a los cuatro vientos: cómo me gustarÃa jubilarme aquÃ… No me importa el sÃndrome de las islas, no me importa la carencia de cambios de estación… Me parece un paraÃso tan cercano que una parte de mà se queda por aquà cada vez que vuelvo, por cursi que parezca…
Llegué el lunes y no he tenido mucho tiempo de investigar, al margen de un par de buenos paseos para constatar que los guiris también campan a sus anchas por estos lares. Mi apartamento es una chulada y, aunque no tiene vistas al mar, está cerquita de un par de playas bastante decentes para estar tan cerca de la zona turÃstica. Esta mañana me he ido a desayunar a una ‘panaderÃa’ que dejaba bastante que desear, pero no le vamos a pedir peras al olmo en un lugar donde el pan hace tiempo que dejó de ser canario (aunque seguro que lo será en algún sitio) para ser alemán.
Y esta tarde, después de una buena sesión de sol playero, me he tomado un cafecito en el chiringuito La Isla, donde el camarero se ha quedado de piedra cuando le he pedido en castellano. Al irme, le he dado las gracias y le he confesado que su chiringuito es precioso, como una isla de verdad en mitad del mar, al que se accede por una pasarela de madera. Y me ha regalado un piropo: “Es mucho más bonito cuando vienen clientes como tú”. ¿Qué más se puede pedir?
ah¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ qué envidia¡¡¡¡¡¡
en Vitoria, hoy a las seis y media de la mañana: frÃo helador, niebla espesa como una crema inglesa….ganas de enterrarme en el edredon del más peque de la casa y dormirme escuchando el sonido de su boquita en perfecta comunion con su “pete”…
Jajajaja! Julia, vente para aquà que se está divinamenteeeeee! ^_^