Estos últimos días nuestra escuela ha estado a tope Han coincidido varios cursos de los que no habíamos tenido tiempo de hablar porque no hemos parado, ¡literalmente!

El pasado sábado recibimos a nuestra última remesa hasta retomar los talleres en septiembre de futuros panarras (creo que ya ‘presentes’) y con ellos pasamos un día estupendo que tuvo como resultado unos panazos preciosos. Arantza, Marian, Ana, Vicky, Daniel, Román, Puri, Juli, Sara y Ahinara demostraron sus dotes panaderas con creces y, aunque hubo sudores con algunos pasos y muchas risas, el esfuerzo mereció la pena.

A todos ellos, mil gracias. Volveremos en septiembre con más cursos de pan pero este colofón del taller ‘Pan en Casa’ fue un auténtico gustazo. Alguno hasta se llevó una ‘piraña’ a su casa…

Días antes, el jueves, recibimos a un grupo de niños y chicas ucranianos que pasarán entre nosotros el verano con familias alavesas de la asociación Chernobileko Umea. Con ellos cocinamos una ensalada típica de su país, el olivie pili, y unos pasteles vascos de lo más deliciosos. Fuero los alumnos más jóvenes que ha tenido 220º hasta el momento y una buena experiencia para repetir a futuro.

Tuvimos tiempo de degustar la ensalada y unos pasteles que cocinamos en la escuela previamente. Y esperamos que los que ellos se llevaron estén tan buenísimos. Por cierto, mención especial merece la desbordante creatividad en la decoración de los pasteles… ¡Hay que repetir! Muchas gracias a todos, en especial, a Susana (gracias a quien tuvimos la oportunidad de compartir unas horas con esto pequeños cocineros) y también a las monitoras que tan bien nos guiaron en la elaboración de la receta ucraniana.

Y también pasó por aquí hace una semana nuestro habitual colaborador Ibán Yarza, recién llegado de su experiencia en una granja panadera de Suecia. Por supuesto, los protagonistas del taller fueron cuatro panes suecos, a cada cual más delicioso. Dos grupos pasaron por la escuela, en un turno de mañana (con panaderos ilustres entre los alumnos) y otro de tarde, y ambos salieron con panes bajo el brazo y muchos conocimientos aprendidos.

Con Ibán aprendimos lo diferente que es el concepto de la panadería en Suecia y nos acercó a sabores que no hubiéramos imaginado relacionar con el pan. Y si todo ello se adereza de explicaciones tan sencillas como las suyas… ¿cómo no animarse a poner las manos en la masa? Gracias de nuevo a él y a nuestros alumnos.

Y a tod@s, esperamos volver a recibiros pronto de nuevo en nuestra mesa

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