Pan de crianza Jaun de Alzate con sal Vintage Merlot

Mi madre, que es una mujer muy sabia, intentó inculcarme desde pequeñita la virtud de la prudencia. Sin embargo, de todo lo que me enseñó, creo que esto claramente es lo que menos calado tuvo en mi personalidad… Y es que hay veces que me emociono tanto con las cosas que no espero a ver el resultado. Vale, confieso que a veces pincho, pero otras no y tengo la intuición de que esta vez va a ser una de las buenas

¿Por qué os cuento todo esto? Porque esta mañana me he lanzado a la elaboración de un pan con vino crianza Jaun de Alzate y sal Vintage Merlot. El vino es uno de mis favoritos de Martin’s Bodega y la sal es una de las que compré en Whole Foods y que forma parte de ese botín yankee del que os he prometido un post que no llega nunca!

Y estoy tan contenta del comportamiento de la masa que, no sé cómo sabrá después de horneado, pero amasarlo ha sido un gustazo… Una masa bastante más elástica de lo habitual, que desprendía un constante aroma a vinito rico y que se quedará toda esta noche reposando en la nevera de 220º… ¡qué nervios! Por el momento, sólo os puedo mostrar una foto bastante mala de la masa. La escuela es muy bonita, pero no muy buena para sacar fotos. Tampoco tenía a mano la cámara… vamos, que estaba súper preparada para el experimento! Así que he hecho lo que he podido con el móvil y éste es el aspecto de mi preciosa masita vinachera:

¿¿A que es preciosa?? Vaya por delante que el color rosa de la foto no es el original. Digamos que es un mágico tono malva… Tampoco podéis percibir el olor a chiquitera que se me ha quedado ¿Estaré poniendo demasiadas expectativas en mi pan de vino…?

(Continuará)